martes, 29 de abril de 2008

¿Cómo repercute la globalización en un matrimonio?

Vergara Cruz Itzel
¿Cómo repercute la globalización en un matrimonio?

Según Almunia (2003), “en los años noventa se empezó a utilizar el término “globalización” para expresar el hecho de que surgen cada vez más redes de independencia a escala mundial, indica que no es la primera vez que el mundo se globaliza. El Imperio romano fue en su momento una expresión de este proceso, sin embargo otro suceso evidente fue, el Imperio de los Austrias bajo Carlos V y Felipe II, tras el descubrimiento de América y la intensificación de los intercambios y las relaciones comerciales de Europa con América, Asia y el Pacífico”.

Para este autor la globalización siempre ha estado presente, sólo que se expresa de forma diferente, sin embargo otros autores como Baricco (2002; 34), se sorprende de cómo la sociedad va aceptando o rechazando algo que en un principio parecía ser una suposición, pero con tanta la promoción que se le ha hecho a la globalización, finalmente nos la terminamos creyendo, de tal manera que la estamos adoptando como una costumbre o un hábito, todo esto depende de la aceptación que nosotros mismos le estemos dando.

La globalización actualmente ha impactado a nuestra sociedad de tal manera que las familias se están viendo afectadas debido a este fenómeno que está ocurriendo porque muchas de ellas están cambiando su forma de vida tanto de hábitos como nuevas costumbres debido a los cambios sociales que han surgido a raíz de ésta.

El propósito de este trabajo es dar a conocer los aspectos positivos y negativos que trae consigo la globalización en el caso de la tecnología con respecto a la familia, en especial los matrimonios, ya que si bien en algunas ocasiones la tecnología nos abre más al conocimiento y mejora la comunicación entre personas, también nos limita de la interacción física con los demás individuos, poniendo en juego la confianza que existe entre las personas, que trae como consecuencia matrimonios que después se convierten en divorcio en algunas ocasiones.

Debido a que vivimos en una sociedad donde todo el tiempo hay cambios, “de todos los cambios que ocurren en el mundo, ninguno supera en importancia a los que tienen lugar en nuestra vida privada, entre los que están, cómo formamos lazos y relaciones con los demás” (Giddens, 1999; 65), como es el caso de la familia que, además de ser la célula que da su crecimiento físico a la sociedad, es también el lugar donde se desarrolla toda cultura. Es ahí donde el niño descubre su identidad, y donde va adquiriendo aprendizajes en los que se va familiarizando con las reglas que impone la sociedad.

Por lo tanto, el hombre nace bajo situaciones limitadas y que tan pronto como descubra nuevas alternativas, se vuelve más indeciso y distraído, como menciona Safranski (2004), quizá nuestros sentidos estén demasiado abiertos. Y el correspondiente sistema inmunológico no sea suficiente. Esto se refiere a que, cualquier individuo que está inmerso en una sociedad con determinadas reglas sociales y con una tecnología que va avanzando cada vez más, nos encontramos en una situación que resulta nueva para nosotros, que no sabemos que hacer porque no sólo es una oportunidad la que se nos brinda sino todo un campo de acción en la que no sabemos que hacer, es por eso que nos mostramos indecisos y distraídos ante la tecnología que poco a poco nos ha ido arrasando, de tal manera que ya ni siquiera para tener una relación, ya sea de noviazgo o simplemente afectiva se necesita del contacto físico.

Las relaciones familiares fomentan la capacidad de confiar en los demás y de trasmitir normas justas de un tratamiento interpersonal que genere confianza en todas las relaciones sociales fuera de ella, sin embargo, ahora las familias en vez de seguir teniendo esta unión cada vez se van separando empezando por los padres, los cuales se divorcian, reduciendo así la convivencia familiar que antes se tenía.

Esto se debe también a que nuevas leyes que se han impuesto han permitido, de una manera fácil el que haya este tipo de contratos, esto se puede ver como un avance de nuevos cambios con base a una adecuación ante el cambio de una sociedad, que si nos remontamos hasta hace unos cuantos años era muy difícil que se diera este tipo de casos, debido a la cultura conservadora a la que estábamos acostumbrados.

Como indica Giddens (1999; 73), a pesar de que siguen existiendo matrimonios, el significado de éste ha cambiado, ahora un matrimonio significa que “una pareja está en una relación estable y puede, en efecto, promover esa estabilidad, sin embargo, ya no es el principal elemento definitorio de la pareja”, de hecho ya ni siquiera el tener hijos se está volviendo importante, un ejemplo de esto ocurre en países como España, en donde la mayoría de los matrimonios eligen no tener hijos.

“Muchos de los cambios que está experimentando la familia son problemáticos y difíciles, sin embargo hay estudios en Estados Unidos y Europa que demuestran que poca gente quiere regresar a los papeles tradicionales del macho y de la hembra o a la desigualdad sancionada legalmente” (Giddens, 1999; 78).

Talvez el alto índice a no regresar a los papeles tradicionales de antes, se deba a que antes la mujer se tenía que aguantar de los tratos que recibía del marido, tenía que ser sumisa y jamás contradecirle a su esposo, de hecho se consideraba la mujer como un objeto más que como una persona, debido al machismo que se vivía y que hasta la fecha todavía sigue habiendo, pero en menor medida, y esto se ve en que antes la mujer pertenecía al hombre como una propiedad, a comparación de ahora, en la que la mujer puede incluso aspirar a altos puestos, aunque no por esto deje de ser presa de la violencia y de los abusos.

A manera de conclusión, la globalización y en particular el Internet nos ha favorecido tanto en información como en la eficacia respecto a la comunicación, sin embargo también es importante que en un matrimonio tenga “una buena relación se base en la comunicación y en la confianza, la cual se debe construir sin darla por sentada, con los mismos derechos, obligaciones, respetando al otro, libre de violencia” (Giddens, 1999; 75).
BIBLIOGRAFIA

Almunia, J. (2003). “Globalización y política”. Conferencia en la Sociedad de Estudios Internacionales Madrid. http://web.madritel.es/personales/diegocruz/ LECTURA/globalizacion%20y%20politica.pdf
Baricco, A. (2002). Next: sobre la globalización y el mundo que viene. Barcelona, España: Anagrama.
Giddens, A. (1999). Un mundo desbocado: los efectos de la globalización en nuestras vidas. México: Taurus.

Safranski, R. (2004). ¿Cuánta globalización podemos soportar? Barcelona, España: Tusquets.

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