martes, 8 de abril de 2008

NIÑOS EN SITUACIÓN DE CALLE



Últimamente se ha visto, que es cada vez mas frecuente encontrar a niños en situación de calle y, que a pesar de todo, no se ha hecho nada con el fin de reducir los elevados niveles de niños en esta situación.

El propósito de este escrito es dar cuenta de que “vivimos en un mundo de transformación que afecta casi a cualquier aspecto lo que hacemos” Giddens (2003), o dicho en otros términos globalización; “vivimos en una época de globalización” Safranski, (2004); es decir, todo lo que hacemos afecta a los demás.

Gracias a la apertura del neoliberalismo, se han hecho acuerdos que ayudan a la economía mundial; sin embargo, se ha dejado de lado a la humanidad, en la película la Pesadilla de Darwin, se puede observar una situación de pobreza extrema, en donde lo único que interesa es la economía y se dejan de lado los problemas sociales. Se puede observar que en el contexto en el que se desenvuelve la misma hay gente pobre y niños en situación de calle y, desafortunadamente no se hace nada por estos.

Aparentemente en México, todo se encuentra bien y no se tocan este tipo de problemáticas; empero, se encuentran presentes. Cuando se transita por las avenidas de la ciudad de México, se pueden observar a gran cantidad de estos niños, en condiciones insalubres y pidiendo dinero “para un taco”; desafortunadamente, los niños viven en situación de drogadicción y nula cultura.

Pero, ¿Qué alcance tiene el fenómeno globalización, en la vida de estos niños? Para empezar, estos recurren a las drogas y el consumo de estas últimas también se encuentra globalizado. Aquí hay que hacer un paréntesis para ver la amplitud de la globalización. Baricco (2002), reconoce que no hay ningún lugar en el mundo que no se vea involucrado por esta; y los niños en esta situación, viven las consecuencias de la globalización: tienen el alcance de drogas o alimentos chatarras; pero, no existe ninguna asociación a nivel mundial que los rescate de esta situación.

En México, como en otros países, para alcanzar un desarrollo económico equiparable a los de mejores niveles; se dejan de lado las problemáticas sociales y con esto, se crece económicamente y con ello se instaura una mejor comercialización dándole un mayor peso a las relaciones exteriores que “también son un fenómeno global”; empero, ¿Dónde quedan estos niños, que del mismo modo son afectados por el fenómeno? La respuesta es sencilla y burda en la calle.

La cuestión entonces es: ¿Qué se puede hacer por ellos? La respuesta lógica es sacarlos de esta situación; desafortunadamente, el alcance de pequeñas instituciones que tratan de resolver dicha realidad no cuentan con el trascendencia global que merecerían y se quedan en lo local obteniendo pocos resultados; a este tipo de instituciones se les conoce como sociedad civil, que son “organizaciones de ciudadanos que buscan (…), rescatar a los niños de la calle (…), constituyen un grupo de agrupaciones que son políticas, pero sin ser parte del estado, y que algo tienen de económicas, aunque sin operar por y para el mercado” (Meyer, 2005). Pero, desafortunadamente las sociedades civiles no forman parte del plan de la globalización y se les da poca importancia en cuanto a las labores sociales que hacen.

Para este mundo que se esta unificando por medio de la globalización, no existen estos niños; pero son una realidad y día tras día se le puede ver por las calles. Parecería que para el gobierno lo único importante son las relaciones con los demás países y crecer económicamente a cuesta de la gente marginada, dejándolos sin la oportunidad de desarrollarse junto con el país mismo. Existe dinero para promover el bienestar social, para mejorar la calidad de vida de estos niños; sin embargo, este capital se distribuye a las elites y al intercambio comercial olvidando a pequeñas asociaciones que de verdad se interesan por los niños en esta situación; prefiriendo gastar el presupuesto del país en campañas publicitarias para privatizar PEMEX, y con ello estar al nivel tecnológico de países como Estados Unidos, pero en lo social se es más pobre en cuanto a lo moral, pues se dejan de lado a las personas que conforman el Estado y que así mismo también proporcionan una imagen del mismo y con los niños en situación de calle, a pesar de acuerdos y tratados económicos; en el fondo se es un país que no se preocupa del bienestar social, y esa es la imagen que el mundo se lleva de México.
ERIKA R. ALVARADO

REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS

BARICCO, Alessandro (2002) Next Sobre la Globalización y el Mundo que Viene. Anagrama. Barcelona

GIDDENS, Anthony (2003) Un mundo desbocado. Los efectos de la Globalización en Nuestras Vidas. Editoral Taurus. México. 3ª reimpresión.

MEYER, Lorenzo (2005) El estado en Busca del Ciudadano. Océano. México.

SAFRANSKI, Rüdiger (2004) ¿Cuánta globalización podemos soportar? Tusquets Editores. Barcelona.

1 comentario:

Israel Alatorre Cuevas dijo...

Recepción confirmada Erika.