martes, 8 de abril de 2008

¡Tenemos una sociedad pirata!

nombre: Ernestina Tania Varela López

JUSTIFICACIÓN

Me llamó la atención este tema, porque hasta hoy, el gobierno no se ha detenido a ver el “porque” hay tanta piratería en México, solamente se justifican con la pérdida de dinero que sufren los grandes monopolios. Ya que, por ejemplo, el gobierno solamente se ha limitado a ejercer el último recurso del ser humano: la violencia. Y con ello, solamente ha destruido, lo físico, lo tangible y no se han sentado a pensar en el verdadero problema, que es lo simbólico.

PROPÓSITO

El propòsito de este ensayo es dar a conocer que la piratería es un síntoma de la sociedad, debido a la transición que está pasando México. Además de entender el problema, viendo sus lados malos y buenos, como dice Morin (1999) que la sociedad no está perfectamente organizada, sino que la sociedad necesita desorganizarse para organizarse nuevamente, por ello, la piratería está diciendo algo, y buscar ese algo es mi objetivo.

1.- Concepto de piratería

La piratería es para muchas personas, un plagio. Esto es debido a que hay personas que se dedican a copiar cualquier artículo, que va desde música, hasta partes de autos lujosos, sin la “debida” autorización. No obstante, parece como si nosotros los mexicanos y otras personas del mundo estuviéramos necesitados de adquirir productos innovadores y principalmente de marca. ¿Pero, porqué las personas creen que los productos con marca son mejores? Baricco (2002) trata de responder a esta pregunta:

…Beethoven es una marca construida en el tiempo a partir de la figura de un genio sordo y rebelde, alimentada por dos generaciones de músicos románticos que crearon un mito. De él procede una marca todavía más potente: la música clásica. Un mundo. No habéis comprado un poco de música en el precio está incluida la entrada a una cierta visión del mundo, la confianza en cierta dimensión espiritual del ser humano, la magia de un retorno provisional al pasado, la belleza y el silencio de una sala de conciertos, la gente que os rodea, la inscripción en un club más bien reservado y con tendencia a lo selectivo. Habéis alquilado un mundo… (p. 61).
2.- ¿Y donde quedó la globalización?

Esto ha sido en gran parte debido a la globalización que a causa de los medios de comunicación y de los grandes monopolios ha creado necesidades artificiales, necesidades que sólo el hombre puede crear. Safranski dice (2004): “En su primera naturaleza el hombre es un ser acuñado por la angustia. Acechan los peligros por doquier y, puesto que en el hombre la fantasía se ha desarrollado con más fuerza que el instinto, ve en el amenazante mundo exterior puras causalidades fantásticas… la segunda naturaleza que nosotros creamos es, entre muchas otras cosas, también una cultura de pararrayos. La cultura significa exoneración, limitación del miedo, disminución del riesgo… Es indudable que, por lo regular, la cultura de la técnica y la ciencia nos sienta bien, pero también nos proporciona problemas, y a veces nos asalta la sospecha de que quizá sería mejor saber menos”. (pp. 9-10).




3.- Lo bueno y lo malo

A partir de lo anterior, lo bueno de la piratería es que podría equilibrar la desigualdad que hay entre personas de altos recursos y bajos. Debido a que según Giddens (1999) “… La globalización, por supuesto, no está evolucionando equitativamente, y de ninguna manera es totalmente benigna en sus consecuencias. Muchas personas que viven fuera de Europa y Norteamérica la consideran, y les desagrada, una occidentalización (o incluso americanización, ya que Estados Unidos es ahora la única superpotencia, con una posición económica, cultural y militar dominante en el orden mundial). Muchas de las expresiones culturales más visibles de la globalización son estadounidenses: coca-cola, Mc Donald´s, la CNN.”

Lo malo, es que los valores, principalmente los de la justicia, la honradez y la antilucratividad, están cambiando hacia un rumbo sin fin. Como por ejemplo, el comercial que los empresarios estuvieron poniendo en la televisión, en el cine y en radio; donde dos niños están viendo una película y esta se ve borrosa y mal, entonces uno de ellos le pregunta al otro, que quien la había comprado y el otro responde que fue su papá. Los dos reflexionan sobre lo mal que se ve la piratería y uno de ellos dice: “Tenemos un papá pirata”. La primera vez que vi este comercial, fue en el cine con mi novio, entonces después de que lo pasaron en la pantalla, la imagen se empezó a hacer fea y se notó que no funcionaba ya la película, después de cómo cinco minutos, no podían arreglar el problema, entonces mi novio grito: tenemos un cine pirata. Entonces, se ve que paradójico es la situación que estamos viviendo, entre la incertidumbre de ver que es bueno y que es malo, ya que todo está cambiando, y nadie, se libran de eso, porque lo que se mueve es el dinero y todos lo ocupamos. Es como dice Galeano (2005), tanto los ricos, los de nivel medio y los pobres, estamos sujetos a estos cambios.

Por otro lado, el valor simbólico que se le atañe a la piratería, se le da más importancia a algo que es imposible destruir con operativos policíacos, porque de todas maneras siguen existiendo compradores, que no tienen los recursos para comprar una película original, ya que ganan alrededor que 50 y 100 pesos diarios, y una película vale alrededor de 150 a 200 pesos. Entonces una clave que se tendría que tomar, es que la globalización ha servido para unos cuantos, aunque esos cuantos también han fallado en sus tácticas.

Bibliografía:

Baricco, A. (2002). Next: sobre la globalización y el mundo que viene. Barcelona, España: Anagrama.

Galeano, E. (2005). Patas arriba: La escuela del mundo al revés. México: Anagrama.

Giddens, A. (1999). Un mundo desbocado: los efectos de la globalización en nuestras vidas. México: Taurus.

Safranski, R. (2004). ¿Cuanta globalización podemos aguantar? Barcelona, España: Tusquets.

Morin, E. (1999). Introducción al pensamiento complejo. Barcelona, España: Gedisa.

2 comentarios:

Mónica Vázquez dijo...

¡Obsesiva!, me agradó tu tema.

choco Nocturno dijo...

Ernestina, me agradaría comentar respecto del tema que tocas. Comenzando, primero que nada, con el término "pirata".

Comencemos con el llamado Secuestro de la semántica. Evidentemente, la semántica es el significado que una palabra tiene en un idioma. Lo malo es que algunas corporaciones y algunos gobiernos toman palabras que originalmente significaban algo y las usan a diestra y siniestra para cubrir sus sucios e inmorales actos.

Tenemos, por ejemplo, a George Bush hablando de democracia y de libertad, a Felipe Calderón hablando del 'progreso' y de la democracia en México.

De la misma manera, al decir que copiar de manera ilegal una película, u alguna otra obra protegida por la ley de los derechos de autor, se comete un acto de piratería; es darle el equivalente moral de asaltar barcos, matar y violar personas. Que es, de hecho, lo que en realidad es la piratería.

Bien, desde este punto de vista, no considero a la sociedad mexicana como una sociedad pirata.

Ahora, pasando a asuntos de índole moral...
Antes de que la tecnología permitiera grabar sonidos en discos, la música era un bien material que se tenía que consumir justo en el lugar donde se escuchaba. La única manera de escuchar un concierto era presenciándolo en vivo. Con el invento atribuído a Alba Edison, la música se convirtió en un producto, que podía ser transportado a todos lados. Ya no se necesitaba ir a un concierto para escuchar música. Ahora, sólo había que pagar por ella. Y, así, se fueron sofisticando las formas de producir representaciones culturales, tales como la música, el cine e, incluso, hasta la gratificación sexual. El asunto ético radica en que, en esta era digital, uno puede hacer una copia fial del original a un precio de cero. Uno puede distribuir música grandes distancias instantáneamente a un costo que, de igual manera, tiende a cero.
Piensen en el ejemplo de una comida. Es más, una comida lujosa por la que se pagarían 3000 pesos por comensal. Ahora, supongan que esta comida puede ser copiada digitalmente un sin número de veces. Sería completamente inmoral excluir a alguna persona de este banquete. Lo mismo pasa con la cultura expresada en medios digitales. Los altos precios que tiene la música excluyen a la gente de la cultura de una forma inmoral. Ahora, los autores no siempre son los que imponen estos altos precios en la cultura que ellos producen. Recordemos el caso de grupos como Radiohead y Nine inch nails, que han optado por modelos de distribución dónde cada persona entra a un sitio web y paga lo que cree conveniente (si es que lo cree conveniente) por las canciones que ha de bajar.

Pero cuando alguien me dice que debo pagar 100, 200, 400 o más pesos por un cd/dvd que yo sé tiene un costo de producción como de 10 pesos. Entonces, definitivamente, siento que alguien me está tranzando.

Así que, bien cometemos delitos que violan la ley de los derechos de autor pugnando por que la información sea libre. Pero piratería, ¡eso jamás!

Gracias por el artículo. Lo disfruté mucho.